Porque el Concierto, base de nuestra soberanía fiscal y fundamento de nuestro autogobierno, es además, en su bilateralidad, el reconocimiento de nuestra capacidad de gestión y responsabilidad en su ejercicio; premisa fundamental de nuestra competitividad y desarrollo. Y porque así deberíamos entenderlo y defenderlo.
Muskitarra residente en Bilbao